Con respecto a la pregunta de cómo, en respuesta a cuáles eran las profesiones en que la mujer puede expresar al máximo lo mejor de sus cualidades femeninas, sin dudarlo la profesión de bailarina como expresión de estética y armonía, y la de enfermera como personificación de abnegación y altruismo, responsabilidad y dedicación humanitaria. En su trabajo la enfermera combina en forma excelsa la estética con el humanitarismo. Por consiguiente, viene a ser la enfermería la profesión que mejor conjuga, para un sin par beneficio social, las condiciones superiores de la mujer y es, por lo tanto, la máxima expresión de la feminidad.
El desarrollo de la enfermería como profesión, tal como ocurrió con el de la cirugía, ha sido arduo y pasó por etapas durante las cuales fue considerada como oficio de segunda clase. Hoy, cuando la cirugía ha llegado a su apogeo, como parte importante del “triunfo de la biomedicina” y la enfermería comanda el respeto y la admiración universales, aún ésta no ha culminado su reconocimiento como una de las profesiones de mayor trascendencia en el mundo moderno. Por ello las condiciones materiales de trabajo de la enfermera son todavía enormemente inadecuadas.
El cuidado de enfermería en los servicios quirúrgicos se fundamenta en el reconocimiento de que la cirugía es la disciplina médica que combina lo más complejo de los aspectos científicos con lo más refinado del arte, en un contexto de profundo sentido humanitario. Según cita de la Asociación Médica de Gran Bretaña, la atención quirúrgica se presta “con la mente, con el corazón y con las manos”.
La enfermería quirúrgica ha sido denominada “enfermería perioperatoria” por la Association of Operating Room Nurses de los Estados Unidos, para indicar la atención del paciente que se enfrenta a la perspectiva o a la realización de una intervención operatoria o de un procedimiento invasor mayor.
La enfermería quirúrgica, como la enfermería en general, es una institución social que provee un componente imprescindible y significativo del cuidado general del paciente. La enfermería es una profesión que se fundamenta en el conocimiento y la aplicación de las ciencias biológicas y del comportamiento, de las ciencias sociales y de las humanidades.
La atención del paciente quirúrgico se inicia en el momento de su admisión a uno de los servicios del departamento de cirugía (Consulta Externa, Urgencias, Cirugía Ambulatoria, Hospitalización, Cuidado Intensivo) y se continúa, en forma comprensiva, durante las fases pre-intra- y postoperatorias. Su propósito es brindar una asistencia integral destinada a dar el mejor nivel de cuidado, no menos que excelente, en cuanto a calidad técnica, humana y ética.
Lo anterior implica un profundo compromiso profesional con la aplicación de sólidos y actualizados conocimientos científicos en un régimen de rigurosa disciplina, todo ello enmarcado por inflexible responsabilidad, depuradas relaciones humanas y continuada dedicación personal.
Propósito fundamental de la enfermería quirúrgica es la seguridad del paciente y la salvaguardia de su dignidad humana, en un medio que emplea las más sofisticadas y complejas tecnologías de que dispone la moderna biomedicina. La buena utilización de estas tecnologías implica una actitud claramente más intelectual que artesanal, o sea que se trata del ejercicio de una profesión y no simplemente del desempeño de un oficio. En efecto, la atención quirúrgica significa el riguroso y orquestado trabajo de un equipo multidisciplinario e interprofesional, en el cual la enfermera juega papel pivotante.
Reconociendo que en el equipo humano dedicado a la atención quirúrgica la enfermera es tan imprescindible como el cirujano, con funciones que son interdependientes y complementarias, la Sociedad Colombiana de Cirugía creó el Comité de Enfermería Quirúrgica, el cual ha jugado un papel de importancia en el estímulo del profesionalismo de la enfermería perioperatoria y en la promoción de estándares que aseguren el más alto nivel de calidad.
Creditos:
José Félix Patiño, MD, FACS (Hon), SCC (Hon).